Pintura mediúmnica

Ver el proceso creativo, en pocos minutos, de una pintura de Renoir, Van Gogh, Gauguin, Berthe Morisot... a través de la mediumnidad psicopictográfica de Florencio Antón es una experiencia emocionante, única. Ser testigo de cómo un equipo de pintores, en gran número impresionistas franceses, trabajan desde la espiritualidad para dar pruebas de que la vida sigue tras la muerte, no puede dejar indiferente, porque las consecuencias de este conocimiento cambian la percepción de la vida presente y nos llevan a cuestionarnos la vida futura.


En el vídeo que presentamos, grabado en septiembre de 2010, Van Gogh trazó en unos segundos el boceto de la pintura que iba a realizar a continuación, un jarrón de girasoles, a través de la mediumnidad de Florencio Antón. Además de la rapidez en la ejecución de la pintura, en gran parte con los ojos cerrados del médium, sorprende que en la aplicación abundante de los óleos propia de la pintura vanghogiana, los colores no se mezclaban. Por no hablar del cambio de registro, de pincelada, de temática, de color, en breves segundos, de una tela a la siguiente, de un pintor a otro, desde pintores medievales como Giotto hasta artistas del siglo XX ya fallecidos. Vean, sobran las palabras...

Florencio Antón además de médium psicopictográfo, es licenciado en Pedagogía, terapeuta en regresión de vidas pasadas y graduado en Enfermería. Asímismo es miembro de la Escuela de Especialización en Terapias y de la Sociedad Brasileña de Psicoanálisis, oficial en el proyecto de la UNESCO en la Secretaría de Educación del Estado de Bahía.


Médium desde temprana edad, está destaca en el area de la pintura mediúmnica desde el año 1990, con una producción de más de 27.000 telas pintadas por más de 107 espíritus pintores, ninguna de ellas repetidas. Realiza sus actos públicos en distintos países: Brasil, Perú, Colombia, Panamá, Alemania, Bélgica, Portugal, España, Italia, Suiza, Suecia, Dinamarca, en cientos de ciudades, para testimoniar la sobrevivencia del espíritu tras la muerte, contribuyendo con su trabajo al sostenimiento de diversos proyectos de asistencia social del Grupo Espírita Scheilla, en Salvador de Bahía (Brasil).

Oración y gratitud

"No esperéis que dé un paso para reedificar mi vieja iglesia. Me ocupo de levantar otros templos más duraderos. ¿Sabéis cuáles son? Son los espíritus de mis feligreses, las almas de estos sencillos aldeanos, que han de volver a la Tierra tantas veces cuantas necesite el progreso de su espíritu.

Les enseño a amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a ellos mismos. Les preparo para la vida espiritual. Les hablo de ese más allá, no el que suponen que dice la iglesia, sino el que nos dicta la razón.

Les inicio en los misterios de la inmortalidad, les hablo de la vida del espíritu, de esa hermosa realidad.

Les enseño a rezar en los valles, en las colinas, en el fondo de los abismos. Cuando se reúnen en torno del hogar, cuando alimentan su cuerpo, cuando se entregan al reposo, cuando se despiertan para el trabajo, les hago pensar constantemente en Dios, y mi pequeña grey no reza con los labios, reza con el pensamiento siempre fijo en el bien. Por esto mis feligreses no necesitan ir a la iglesia para rezar, porque tiene cada uno un templo dentro de su corazón...

¡Los tiempos llegan! Los espíritus de la luz encarnarán en la Tiera, y nosotros, los vicarios de Cristo, somos los encargados de preparar a los hombres de la Nueva Era. Nosotros tenemos la luz, no la escondamos debajo del celemín, que mañana nos pedirán cuenta del mal uso que hemos hecho de nuestros conocimientos."

[Amalia Domingo Soler. Memorias del Padre Germán (1880-84)]